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Las cartelas del Prado en femenino

El Plan de actuación actual expresa la visión sobre cuál ha de ser el papel del Museo en la sociedad como institución cultural de referencia “comprometida con todos los públicos, referente de accesibilidad universal y en integración social y cultural”. Subraya la necesidad de renovar “su discurso expositivo acorde con las nuevas líneas de investigación y la búsqueda permanente de la excelencia”.

Iniciativas como el recorrido diseñado para la jornada mundial LGTBI (La mirada del otro) o las exposiciones Sofonisba y Lavinia. Historia de dos pintoras Invitadas han enriquecido el discurso académico del Museo con innovadores acercamientos que proyectan nuevas narrativas sobre un universo disciplinar más amplio, que supera el umbral teórico tradicional de la Historia del Arte.

Todas estas iniciativas ponen de manifiesto el firme compromiso que el Museo tiene por revisar sus discursos. En esta línea se está trabajando para actualizar los contenidos de las fichas de obra en web y de las cartelas de sala.

 

El Prado en femenino

 

El itinerario El Prado en femenino se inscribe dentro de este hito en cuanto a la revisión de los contenidos, reafirmando el compromiso de visibilizar el papel de las mujeres en la historia del arte. En este caso se revisaron todos aquellos títulos de obras que hacían referencia a las mujeres protagonistas y en los que no se las mencionaba por su cargo o función, sino en relación a sus cónyuges masculinos. Este dato, ahora, se ha omitido del título y se han realizado modificaciones en 17 obras del itinerario.

Cambio en la cartela de María Tudor, reina de Inglaterra

En la cartela de María Tudor, reina de Inglaterra, de Antonio Moro, se puede ver un ejemplo de los cambios realizados en las obras del itinerario donde se omite la relación al cónyuge masculino. 

Antonio Moro (1519-1576)

María Tudor, reina de Inglaterra, segunda esposa de Felipe II

1554. Óleo sobre tabla. Firmado y fechado a la izquierda

Hija de Enrique VIII y de Catalina de Aragón, es proclamada Reina en 1553. En 1554 se casa con Felipe II -sobrino segundo suyo, once años menor-, pero los objetivos de la unión se truncan al morir en 1558. La Reina ricamente ataviada, sentada en un sillón, símbolo tradicional de la soberanía, sostiene en su mano derecha la rosa alusiva al amor, presente en el escudo de los Tudor. Aunque guarda el decoro propio de su rango, no disimula sus rasgos poco agraciados y los embellece con su pincel minucioso y la riqueza de su color.

Procede de la Colección Real
P-2108

Antonio Moro (1519-1576)

María Tudor, reina de Inglaterra

1554. Óleo sobre tabla. Firmado y fechado

Hija de Enrique VIII y de Catalina de Aragón, María (1516-1558) fue proclamada reina de Inglaterra en 1553. En 1554 se casó con Felipe II, su sobrino segundo y once años más joven. La pintura la muestra ricamente ataviada y adornada, luciendo en el cuello la joya que le regaló Felipe II. Está sentada en un gran sillón de terciopelo, símbolo tradicional de soberanía, y sostiene una rosa, emblema de la dinastía Tudor y aquí tal vez alusiva también al amor. Moro se desplazó a Inglaterra para pintar este retrato.

Procede de la Colección Real
P-2108

Imagen de la obra

María Tudor

Pese que no ha sido hasta ahora que no se ha modificado el título de esta obra en la que se la reconocía por su relación con su esposo Felipe II, María Tudor ejerció el reinado de Inglaterra de 1553 a 1558. Fue la primera soberana de Inglaterra por derecho propio, excluyendo los disputados reinados de Matilde I y Juana I. En 1554 contrajo matrimonio con el príncipe Felipe de España (Felipe II), convirtiéndose en reina consorte de la Monarquía Hispánica al ascenso al trono de su marido en 1556, si bien nunca visitó España.

 


 

Otros cambios en cartelas y fichas web 

 

El Museo del Prado, en la estela de la reforma del artículo 49 de la Constitución por la que se ha eliminaba el término “disminuidos” y se sustituía por el de “personas con discapacidad”, llevó a cabo la revisión de todos sus textos tanto en fichas web como en cartelas y títulos. De esta manera, antes de que entrase en vigor la nueva Constitución el 17 de febrero de 2024, el Museo del Prado ya había comenzado con las revisiones y correcciones.

Ejemplo de cambios en las cartelas con relación al artículo 49

Diego Velázquez (1599-1660)

Pablo de Valladolid

h. 1635. Óleo sobre lienzo

Pablo de Valladolid sirvió en la corte desde al menos los años treinta hasta su muerte en 1648. Formaba parte del personal al que se conocía entonces como “hombres de placer” y que incluía a enanos, locos, bufones, etc. A juzgar por la manera como lo representa Velázquez, debía de tener facultades histriónicas, pues aparece declamando o representando un papel.

Procede de la Colección Real
P-1198

Diego Velázquez (1599-1660)

Pablo de Valladolid

h. 1635. Óleo sobre lienzo

Pablo de Valladolid sirvió en la corte española desde al menos la década de 1630 y hasta su muerte en 1648. Pertenecía al grupo de servidores conocidos entonces como “gentes de placer”, que eran parte importante del paisaje social cortesano. A juzgar por la manera como lo representa Velázquez, debía de tener facultades histriónicas, pues aparece declamando o representando un papel.

Imagen de la obra

Cambios en referencias físicas

El Museo del Prado ha revisado casi 27.000 fichas de cuadros en su web y unas 1.800 cartelas de piezas expuestas en sus salas para eliminar el término “disminuido” y determinadas referencias físicas de los personajes de sus obras. Los primeros cambios se realizaron en ocho cartelas que no se adaptaban al cambio constitucional.

Por ejemplo, en el cuadro El príncipe don Carlos, de Alonso Sánchez Coello, donde decía “para encubrir la deformación de su espalda”, ahora simplemente pone: “para encubrir su espalda”. En este caso se ha eliminado una referencia a un aspecto físico que no aportaba mayor información sobre el retratado. En la obra Brígida del Río, la barbuda de Peñaranda, de Juan Sánchez Cotán, donde decía: “obras que dejan constancia del interés paracientífico y morboso por lo anormal o desviado de la naturaleza…”, ahora ya se lee: “obras que dejan constancia del interés paracientífico de su naturaleza…”.

El término “enano” y los títulos "históricos"

El término “enano” y sus derivados son la muestra de la complejidad de la tarea. Al escribir esta palabra en el buscador del museo, en su día aparecían 61 resultados solo de cuadros colgados en sus salas o guardados en sus almacenes.

En algunos casos, el término estaba incluido en el título de la obra, que no se puede modificar si es “histórico”. Por ejemplo, El maricón de la tía Gila, un grabado cuyo nombre escribió a mano el propio Goya.

En otras casos, como El príncipe Felipe y el enano Miguel Soplillo y Retrato de un enano, sí se han cambiado. En el primer caso, eliminando el adjetivo a Miguel Soplillo; en el segundo, se ha sustituido por bufón. En El Niño de Vallecas, de Velázquez, el cambio se ha efectuado en el texto de la cartela. Donde ponía: “Además de enanismo padecía ‘cretinismo con oligofrenia”, ahora dice: “Además de acondroplasia padecía ‘cretinismo con oligofrenia”.

 


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